He recibido este comentario acerca de uno de
los pecados capitales, la pereza. Es una reflexión brillante, aguda y original,
en una onda muy diferente de mis pensamientos. Además es breve. Por todo ello
no quiero privarte del placer de saborearla.
La remite Javier Ybarra, un gran sabio de la
historia y de la política, que, además, posee una erudición insultante: vaya
como ejemplo lo de Rossini de este comentario. Es autor del libro Nosotros
los Ybarra, una historia económica del siglo XIX en la que el hilo
conductor es su propia familia. Está preparando otro, supongo que
continuación del anterior.
Que lo disfrutes y te haga pensar.
Javier:
un breve comentario sobre la pereza. Cuando hacia finales de 1.815 Rossini
estaba en una cama de muchos colchones y , por lo tanto, muy alta, en casa del
empresario italiano Domenico Barbaia decidió componer su Barbero de Sevilla.
Cuando terminó de escribir la partitura, esta se le cayó al suelo. Su pereza
original le impedía bajar a recogerla y, por otra parte, si tocaba la
campanilla temía que la presencia del mayordomo interrumpiese su ingenio
creador. Entonces decidió escribir otra partitura, la definitiva que todos
conocemos. Qué pecado es ése que te mantiene en la cama, perezoso, pero que te
activa el espíritu creador? Saludazos
No hay comentarios:
Publicar un comentario