domingo, 12 de julio de 2015

Pensamiento 12. A propósito del talento, 4
Se dedica mucho dinero y esperanza a la “formación para el empleo” utilizando de manera torticera e interesada el famoso pensamiento “si la formación te parece cara, prueba con la ignorancia”.
La formación es necesaria, muy necesaria. Crea futuro, “enseña a pescar”, y potencia la libertad de las personas. Pero con frecuencia las cosas no son como nos las venden.
En concreto respecto a la “formación para el empleo”, hay razones para pensar que el entramado montado en torno a ella se mantiene principalmente por los muchos intereses creados a su alrededor y por la capacidad de influencia de los instalados en él. Aunque hay excepciones, mayoritariamente:
-      Apenas es útil para los alumnos.
-      Su eficacia como elemento dinamizador de la sociedad y del empleo es mínima: véase el tozudo nivel de paro y la calidad de los empleos que se crean.
-      De su eficiencia, mejor no hablar: en mi libro La creación de riqueza en la empresa española (página 304, penúltimo párrafo y nota correspondiente) calculo que a los profesores, a cuyo pago debiera destinarse principalmente ese dinero, “les llega entre un tercio y la mitad del dinero que la Administración ha detraído previamente de las empresas para ese fin. El resto se queda por el camino.”
-      Y de las oportunidades de fraudes que genera, preguntémosles a los jueces.

Conclusión: es un sumidero de dinero más que una inversión. Pero se mantiene. Y se cambia el mínimo imprescindible para que todo siga igual. Y para que los instalados se mantengan en sus privilegios. Alguien está comerciando escandalosamente con el talento y la necesidad de desarrollarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario