domingo, 19 de julio de 2015

Pensamiento 15. Sobre los despidos, 2
Se acepta con naturalidad que, frente a un grave problema en la relación ingresos/costes capaz de poner en peligro el futuro de la empresa, se recurra a los despidos: se amputa una parte para salvar al resto. Un razonamiento muy superficial.
Si se presentan las situaciones que “justifican” el recurso a los despidos es porque antes no se ha hecho bien el trabajo: porque la capacidad de respuesta de la empresa no está a la altura de las exigencias y cambios del entorno, o porque la calidad de la gestión es/ha sido deficiente, o porque se ha consentido que el valor de la retribución supere al de la aportación de los empleados en el trabajo, o porque…

Es en todo esto donde hay que poner el foco antes de despedir a nadie: en resolver las causas de los problemas de fondo en lugar de ir a remolque de las consecuencias, en crear futuro en lugar de soportarlo, en lograr una alta aportación de valor de los empleados en lugar de desprenderse de ellos como de un kleenex usado.

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