viernes, 24 de julio de 2015

Pensamiento 17. Sobre los despidos, 4. Los beneficios colaterales
Señalaré tres beneficios colaterales -sin duda hay más- que recibe la dirección de una empresa que despide empleados. No siempre ni todas las direcciones, pero sí con frecuencia.
1. Beneficio “objetivo”. La dirección es la responsable de los problemas de competitividad que pretende resolver eliminando empleados. Con el despido transfiere, a quienes nada tienen que ver en el origen de esos problemas, las consecuencias de su mediocridad.
2. Beneficio social. Los accionistas y mercados acostumbran a aplaudir los despidos con entusiasmo infantil. Los directivos que, por no estar a la altura de sus responsabilidades, recurren a los despidos, aparecen ante ellos como los héroes de la empresa.
3. Beneficio psicológico. Entrar en la dinámica de los despidos produce en los directivos, sobre todo si se generan tensiones y conflictos, la impresión de que están haciendo un gran esfuerzo y sacrificio. El encontrarse tan ocupados y estresados con esta tarea que tiene más desgaste que beneficio, les proporciona justificación subjetiva para eludir su principal responsabilidad: la de redefinir el proyecto y crear valor de forma equilibrada para todos sus principales entornos. Esta responsabilidad es mucho más exigente y por eso muchos directivos prefieren rehuirla y sentirse importantes decidiendo y ejecutando los despidos.
Este mecanismo se desarrolla en el ámbito de lo no consciente: quien lo desarrolla lo niega, pero su existencia y sus efectos son tan evidentes como perversos.

De ese modo la desagradable tarea de despedir se convierte en una paradójica zona de confort psicológico, capaz de justificar muchas mediocridades. 

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